La tragedia del club brasileño, que perdió en el siniestro aéreo a 19 de sus jugadores, entrenador y colaboradores, tocó ayer la fibra tiburona.

El Junior recordará a Chapecoense como el club que le arrancó el sueño de alcanzar el podio de los cuatro de la Copa Sudamericana 2016, pero desde la tragedia aérea del club brasileño en las montañas de Antioquia y la muerte de 19 de los jugadores, el club tiburón sacó varias lecciones de vida: valentía, lealtad y pasión. 

En el regreso a los entrenamientos, con una carga ambiental muy extraña por la noticia que enluta al fútbol mundial, una tarde limpia sin nubarrones y el sol cayendo como una naranja en el horizonte, los sentimientos encontrados de varios de los 26 jugadores del Junior fueron muy honestos.

Viera resopló como cuando uno intenta soltar un nudo de la garganta. “Una tragedia. Es muy triste lo que está pasando. A darle fuerza a los familiares. El mundo del fútbol está dolido. Imagino la tristeza de toda la gente y que estará por mucho tiempo en un equipo muy valiente”.

Sebastián Hernández destacó el recuerdo de los dos enfrentamientos y con la realidad de que esos jugadores los tuvo como rivales ya no estarán, desde un valor que se analiza poco del juego. “No he podido creer lo que ha ocurrido y me vienen muchos recuerdos, la humildad de sus jugadores cuando llegaron tarde en el primer partido en Barranquilla, que no les iba a afectar. Y en su casa cuando fueron muy leal en la cancha”.

Dos encuentros entre el tiburón y el club brasileño que, sin saber el destino y, como dijo Iván Vélez: “Después de cada sonrisa hay 10 lágrimas”, dejó una huella. La que vieron en la derrota y en la victoria del club del sur de Brasil. Antes de la práctica, el equipo se reunió para orar  arrodillados en una de las canchas de la sede Adelita de Char.

El último en incorporase fue Alexis Pérez, que atendía a los medios de comunicación, tenía nítido el momento en el cual intercambió la camiseta con el delantero Bruno Rangel Domingues. “Ese día que nos eliminaron lo que hizo su afición fue espectacular. Como amante del fútbol me gustó cómo alentaron a su equipo con energía, que también la mostraron sus jugadores. 
Esa camiseta de Bruno, el número 9, tendrá un valor, que nos dejó un mensaje para la vida: “en un segundo estás expuesto y todo cambia”.

Vladimir Hernández, que lo espera el fútbol de Brasil en 2017, le dijo a su esposa tras seguir desde la noche anterior las primeras noticias del siniestro, que la camiseta de Neto estará en su corazón. “Intercambié la camiseta con el central, que creo está con vida en la clínica (sí), y me preguntó si iba a ir al Santos. Le dije que sí. Me habló del gran equipo que es Santos, la ciudad y sus playas. Guardaré la camiseta porque tiene un valor importante”.

El delantero Léiner Escalante, el único que anotó en el triunfo en el doble enfrentamiento, quedó pendiente de devolverle el favor al lateral izquierdo Denner. “Me entregó su camiseta en Barranquilla cuando jugamos y no pude entregarle la mía en Brasil”.

Héctor Fabio Páez, gerente deportivo del equipo, recordó que el Chapecoense es un club muy cariñoso. “Admiro mucho su pasión y que no miran el fútbol solo como un negocio.

Estuvimos cerca de hacer un convenio para que jugadores del Barranquilla FC estuvieran allá”, concluyó.

La huella que dejó el Chapecoense en Junior

La tragedia del club brasileño, que perdió en el siniestro aéreo a 19 de sus jugadores, entrenador y colaboradores, tocó ayer la fibra tiburona.

El Junior recordará a Chapecoense como el club que le arrancó el sueño de alcanzar el podio de los cuatro de la Copa Sudamericana 2016, pero desde la tragedia aérea del club brasileño en las montañas de Antioquia y la muerte de 19 de los jugadores, el club tiburón sacó varias lecciones de vida: valentía, lealtad y pasión. 

En el regreso a los entrenamientos, con una carga ambiental muy extraña por la noticia que enluta al fútbol mundial, una tarde limpia sin nubarrones y el sol cayendo como una naranja en el horizonte, los sentimientos encontrados de varios de los 26 jugadores del Junior fueron muy honestos.

Viera resopló como cuando uno intenta soltar un nudo de la garganta. “Una tragedia. Es muy triste lo que está pasando. A darle fuerza a los familiares. El mundo del fútbol está dolido. Imagino la tristeza de toda la gente y que estará por mucho tiempo en un equipo muy valiente”.

Sebastián Hernández destacó el recuerdo de los dos enfrentamientos y con la realidad de que esos jugadores los tuvo como rivales ya no estarán, desde un valor que se analiza poco del juego. “No he podido creer lo que ha ocurrido y me vienen muchos recuerdos, la humildad de sus jugadores cuando llegaron tarde en el primer partido en Barranquilla, que no les iba a afectar. Y en su casa cuando fueron muy leal en la cancha”.

Dos encuentros entre el tiburón y el club brasileño que, sin saber el destino y, como dijo Iván Vélez: “Después de cada sonrisa hay 10 lágrimas”, dejó una huella. La que vieron en la derrota y en la victoria del club del sur de Brasil. Antes de la práctica, el equipo se reunió para orar  arrodillados en una de las canchas de la sede Adelita de Char.

El último en incorporase fue Alexis Pérez, que atendía a los medios de comunicación, tenía nítido el momento en el cual intercambió la camiseta con el delantero Bruno Rangel Domingues. “Ese día que nos eliminaron lo que hizo su afición fue espectacular. Como amante del fútbol me gustó cómo alentaron a su equipo con energía, que también la mostraron sus jugadores. 
Esa camiseta de Bruno, el número 9, tendrá un valor, que nos dejó un mensaje para la vida: “en un segundo estás expuesto y todo cambia”.

Vladimir Hernández, que lo espera el fútbol de Brasil en 2017, le dijo a su esposa tras seguir desde la noche anterior las primeras noticias del siniestro, que la camiseta de Neto estará en su corazón. “Intercambié la camiseta con el central, que creo está con vida en la clínica (sí), y me preguntó si iba a ir al Santos. Le dije que sí. Me habló del gran equipo que es Santos, la ciudad y sus playas. Guardaré la camiseta porque tiene un valor importante”.

El delantero Léiner Escalante, el único que anotó en el triunfo en el doble enfrentamiento, quedó pendiente de devolverle el favor al lateral izquierdo Denner. “Me entregó su camiseta en Barranquilla cuando jugamos y no pude entregarle la mía en Brasil”.

Héctor Fabio Páez, gerente deportivo del equipo, recordó que el Chapecoense es un club muy cariñoso. “Admiro mucho su pasión y que no miran el fútbol solo como un negocio.

Estuvimos cerca de hacer un convenio para que jugadores del Barranquilla FC estuvieran allá”, concluyó.