El olivo es una de las plantas de las que se puede aprovechar prácticamente todo: Madera, hojas y por supuesto el tan preciado olivo o aceituna y el aceite que es base de la cocina mediterránea.

Hace mucho tiempo que todos los componentes del olivo se utilizan con fines medicinales.

Entre las bondades que ofrece el olivo podemos contar que es bueno para la presión arterial alta, el colesterol y para bajar la fiebre. También se lo utiliza como diurético natural ya que el aumento de eliminación de orina contribuye a depurar el organismo.

Es aconsejable en el tratamiento de la diabetes, problemas hepáticos y cálculos renales.

La mayoría de los poderes curativos de la hojas de olivo se atribuyen a una sustancia llamada oleuropenía, de donde proviene el sabor semi amargo de las aceitunas.

El extracto de hojas de olivo se recomienda para tratar diferentes dolencias sin tener que consumir un exceso de aceite de oliva.

Entre otras ventajas de su consumo podemos citar:

- Controla la presión arterial: es un complemento ideal y natural para quienes deben controlar la hipertensión arterial. La ingesta debe ser controlada por un médico y no exceder las dosis.

- Previene ciertos tipos de cáncer: en la dieta mediterránea no puede faltar el aceite de oliva y se le atribuye una disminución de los riesgos de contraer cáncer en un 40%.


- Previene enfermedades neurodegenerativas: la hoja de oliva protege nuestro sistema nervioso y nuestro cerebro evitando las causas que los deterioran y de esta manera nos protege contra enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

- Protege el sistema cardiovascular: al ser un potente antioxidante la hoja de oliva depura los vasos sanguíneos, reduce los niveles de colesterol y es recomendado para pacientes con arterioesclerosis.

- Para la artritis: la oleuropeína reduce la aglutinación de cristales de ácido úrico evitando los efectos de la artritis reumatoide, ya que disminuye la inflamación y reduce el dolor en las articulaciones. Su efecto se potencia consumiéndolo al detectarse la enfermedad y de este modo evitar que se acelere.

Estas maravillosas hojas evita Derrame Cerebral, Hipertensión, Diabetes, Alzheimer Y Más

El olivo es una de las plantas de las que se puede aprovechar prácticamente todo: Madera, hojas y por supuesto el tan preciado olivo o aceituna y el aceite que es base de la cocina mediterránea.

Hace mucho tiempo que todos los componentes del olivo se utilizan con fines medicinales.

Entre las bondades que ofrece el olivo podemos contar que es bueno para la presión arterial alta, el colesterol y para bajar la fiebre. También se lo utiliza como diurético natural ya que el aumento de eliminación de orina contribuye a depurar el organismo.

Es aconsejable en el tratamiento de la diabetes, problemas hepáticos y cálculos renales.

La mayoría de los poderes curativos de la hojas de olivo se atribuyen a una sustancia llamada oleuropenía, de donde proviene el sabor semi amargo de las aceitunas.

El extracto de hojas de olivo se recomienda para tratar diferentes dolencias sin tener que consumir un exceso de aceite de oliva.

Entre otras ventajas de su consumo podemos citar:

- Controla la presión arterial: es un complemento ideal y natural para quienes deben controlar la hipertensión arterial. La ingesta debe ser controlada por un médico y no exceder las dosis.

- Previene ciertos tipos de cáncer: en la dieta mediterránea no puede faltar el aceite de oliva y se le atribuye una disminución de los riesgos de contraer cáncer en un 40%.


- Previene enfermedades neurodegenerativas: la hoja de oliva protege nuestro sistema nervioso y nuestro cerebro evitando las causas que los deterioran y de esta manera nos protege contra enfermedades como el Alzheimer y el Parkinson.

- Protege el sistema cardiovascular: al ser un potente antioxidante la hoja de oliva depura los vasos sanguíneos, reduce los niveles de colesterol y es recomendado para pacientes con arterioesclerosis.

- Para la artritis: la oleuropeína reduce la aglutinación de cristales de ácido úrico evitando los efectos de la artritis reumatoide, ya que disminuye la inflamación y reduce el dolor en las articulaciones. Su efecto se potencia consumiéndolo al detectarse la enfermedad y de este modo evitar que se acelere.