Muchas veces nos han dicho que orinar en la ducha no es nada higiénico y una mala costumbre, aunque todos sabemos que muchos lo hacen. Y hoy te vamos a explicar por qué esta práctica no tiene nada de censurable e incluso cuenta con puntos a favor.

- Es económico: Una Universidad de Inglaterra realizó una estadística sobre el consumo de agua y determinó que si sus casi 15 mil alumnos orinan en la ducha, ahorrarían en descarga de agua de los sanitarios el equivalente a 26 piscinas olímpicas. ¿Te parece mucho? Y no es todo, porque además significaría ahorrar mucho papel higiénico, o sea que el beneficio es doble.

- Es más higiénico: en  este punto las más beneficiadas son las mujeres, que después de orinar utilizan papel higiénico lo que no asegura retirar toda la suciedad por completo. Orinar e higienizarse en la ducha al mismo tiempo implica una limpieza mucho más cuidada ya que todo se elimina con el agua.

- Crea hábito: No todos estamos listo para orinar en otro lugar que no sea un sanitario o incluso algunos en uno que no sea el suyo. Esta práctica supone estar preparado para poder orinar en un lugar “de emergencia” en caso de ser necesario.

- Cuida la piel: La urea, uno de los compuestos de la orina se utiliza en cremas y preparados para tratar problemas en la piel como los eczemas o la psoriasis. Incluso la orina de la mañana es la más beneficiosa porque su grado de concentración de sustancias es mayor. Puedes cubrir las heridas con un algodón embebido en orina y dejarlo actuar unas horas para que resulte más eficaz. Esto también es efectivo para el tratamiento de los hongos.

Resultado: orinar en la ducha puede ser beneficioso en varios aspectos y es más frecuente de lo que crees. Las encuestas revelan que el 80% de las personas admite orinar mientras se ducha.

Esta es la razón por la que siempre debes orinar en la ducha. Que nadie te diga lo contrario

Muchas veces nos han dicho que orinar en la ducha no es nada higiénico y una mala costumbre, aunque todos sabemos que muchos lo hacen. Y hoy te vamos a explicar por qué esta práctica no tiene nada de censurable e incluso cuenta con puntos a favor.

- Es económico: Una Universidad de Inglaterra realizó una estadística sobre el consumo de agua y determinó que si sus casi 15 mil alumnos orinan en la ducha, ahorrarían en descarga de agua de los sanitarios el equivalente a 26 piscinas olímpicas. ¿Te parece mucho? Y no es todo, porque además significaría ahorrar mucho papel higiénico, o sea que el beneficio es doble.

- Es más higiénico: en  este punto las más beneficiadas son las mujeres, que después de orinar utilizan papel higiénico lo que no asegura retirar toda la suciedad por completo. Orinar e higienizarse en la ducha al mismo tiempo implica una limpieza mucho más cuidada ya que todo se elimina con el agua.

- Crea hábito: No todos estamos listo para orinar en otro lugar que no sea un sanitario o incluso algunos en uno que no sea el suyo. Esta práctica supone estar preparado para poder orinar en un lugar “de emergencia” en caso de ser necesario.

- Cuida la piel: La urea, uno de los compuestos de la orina se utiliza en cremas y preparados para tratar problemas en la piel como los eczemas o la psoriasis. Incluso la orina de la mañana es la más beneficiosa porque su grado de concentración de sustancias es mayor. Puedes cubrir las heridas con un algodón embebido en orina y dejarlo actuar unas horas para que resulte más eficaz. Esto también es efectivo para el tratamiento de los hongos.

Resultado: orinar en la ducha puede ser beneficioso en varios aspectos y es más frecuente de lo que crees. Las encuestas revelan que el 80% de las personas admite orinar mientras se ducha.