Las puntas del cabello son las más castigadas no sólo por los químicos que utilizamos sino por todo agente externo que ataca nuestro cabello como el viento, el sol, el frío y el agua de mar; de modo que es necesario prestar especial atención a esta parte del cabello y masajear con unas gotas adicionales de aceite de ricino las puntas más sufridas.
Para mejores resultados, cubre tu cabello con un gorro de baño y déjalo actuar toda la noche. Por la mañana, lava el cabello como lo haces habitualmente y repite el procedimiento tres veces a la semana.
Si notas que el aceite de ricino es demasiado espeso y difícil de manejar, puedes agregarle un poco de aceite de coco o cualquier otro aceite para ayudar a distribuirlo mejor.
Así como el aceite de ricino es útil para el cabello también puede serlo para cejas y pestañas. Aplicando unas pequeñas gotas en los dedos con los que luego masajearás cejas y pestañas, lograrás que crezcan más fuertes y les dará espesor. Al mismo tiempo, crecerán más fuertes y evitarás que se caigan.
En el caso de la piel, también notarás resultados increíbles si utilizas el aceite de ricino para disimular cicatrices que poco a poco se harán menos visibles.
Tiene un efecto emoliente que penetra la piel y la hidrata. Estimula la producción de colágeno y elastina, lo que hace que retrase la aparición de arrugas y líneas de expresión. Es ideal para tratar marcas de acné, verrugas, hidratar piel seca, dermatitis y forúnculos.
En el caso de los labios, es importante prestar especial atención ya que es una piel diferente al resto de la piel, mucho más sensible y que necesita especial cuidado. El aceite de ricino protege la piel de los labios que con el paso del tiempo, los factores medioambientales y las enfermedades que resecan la piel, se ve perjudicada.
Utiliza aceite de ricino y sus ácidos grasos para suavizar los labios, que al mismo tiempo le darán un aspecto de brillo natural mejorando su apariencia.
